jueves, 20 de noviembre de 2014

El Comienzo


"Sólo se vive una vez; pero si lo haces bien, una vez es suficiente." (Mae West)

Nunca me había planteado escribir un blog. Para empezar tenía una vida lo suficientemente convencional para no considerarla digna de ser escrita, por otra parte, siempre me ha dado mucha pereza escribir. Así que cuando Julián, mi jefe, me propone escribir un blog explicando mis experiencias, al principio me asusta un poco. ¿Escribir yo? Si aparte de los exámenes de la carrera nunca he escrito nada! (y casi todos eran tipo test…). Luego me paro a pensar y me digo: tampoco tiene que ser tan difícil. 
La cuestión es plantearlo bien. Yo no soy novelista, ni mucho menos, así que esto no pretende ser un compendio de ricos relatos literarios. Este blog va a ser un conjunto de historietas, experiencias y reflexiones, con la intención de que quien esté interesado pierda quince minutos de su tiempo sin morirse de aburrimiento. Y si no, a nivel personal siempre tendré plasmado en “papel virtual” los recuerdos de esta época en la que decidí salir de la ruta del día a día hacia un lado un poco más salvaje.

Empecemos por el principio. En realidad mi vida es casi diríamos perfecta. Un trabajo que me gusta y que no me pagan mal, una pareja que ilumina mis días y me hace ser mejor persona, una casita en el bosque a las afueras de Barcelona, todo tal y como toca. Aunque obviamente estoy muy contenta, aquí falta algo.  Falta una pieza. Todo va bien pero hay algo que me inquieta, algo dentro que me dice que tengo que moverme, no se realmente hacia donde, pero tengo que moverme. ¿Falta de emoción, de aventuras? No lo se. Solo se que hay que moverse.

Hablando de movimiento. Hasta la fecha he invertido todos mis ahorros en viajar. Cerca o lejos, es lo de menos. Mochila al hombro y a descubrir. Es lo que más me llena, lo disfruto y se me da bien.
¿Cómo buscar la manera de convertir esto en una forma de vida? La solución es fácil: Cooperación.  Y no tan solo por los viajes, si no por lo que implica esta forma de trabajo.

Yo he tenido mucha suerte. Nunca me ha faltado nada. En mi casa me han mimado siempre, y me siguen mimando! Tengo techo, como lo que quiero,  y de vez en cuando me doy un capricho. ¡Qué suerte!
Por desgracia no me hace falta mirar muy lejos para darme cuenta de que soy una privilegiada, me encuentro entre el 1% de la población. No es justo, y quizá tanto viaje me lo ha hecho ver más claro aun. No es justo.
El azar me ha hecho nacer mujer en occidente. Aquí todo es mucho más fácil, estudias lo que quieres, conduces tu coche, si sufres una enfermedad te atienden, rápido y bien.
No voy a ponerme a filosofar sobre oriente/occidente, primer/tercer mundo, cada cual imagino que ya habrá hecho sus propias reflexiones sobre este tema. Simplemente una pincelada para llegar al mensaje que me queda escrito a fuego en mi mente: No es justo.

Así que ahí vamos. Dejo la rutina del día a día y la cambio por una especie de “indigencia temporal”. Quiero aprender muchas cosas, de mi trabajo, de la vida, de los lugares, y sobretodo de la gente diferente a mi. Quiero ir de un lugar a otro, pasar horas muertas en aeropuertos, en estaciones, mirar alrededor,  pensar, ver gente, tratarla… ¡qué diferente!

Trabajar en otros lugares, con  otras formas de curar, de anestesiar. Otros hospitales, quiero entrar en estos lugares y quedarme con la boca abierta. Pensar, es imposible, aquí no podemos operar, y a los pocos días darme cuenta de que no solo no es imposible, si no que no era tan difícil y que con ganas, esfuerzo, colaboración,  un buen punto de improvisación y reflejos, todo va saliendo.
Aprender de esos profesionales con más experiencia y más recursos que yo. De esos pacientes, con tantas diferencias clínicas y culturales.

Quiero ejercer aquí y allá, sentir que el mundo se puede beneficiar una pizca de lo que he aprendido estos años. Y también beneficiarme de esas experiencias. Porque si algo he aprendido de mi cortísima trayectoria en el mundo de la medicina y la cooperación es que toda esa gente a la que en teoría estás ayudando, la realidad es que ellos te ayudan a ti mucho más. Te regalan vivencias, experiencias y sensaciones que son más que difíciles de alcanzar.

Y sin más preámbulos termino esta introducción. No se realmente cuanto durará este proyecto, ni cómo lo voy a llevar a cabo. Solo se que yo empiezo a moverme y que esta aventura empieza ahora. 

1 comentario:

  1. Hola Clara!Soy SOnia Núñez. Que chulo tu blog. ME encanta lo que estas haciendo! y lo cuentas muy bien!
    VOy con Africa avanza a Isla de Sal parte del equipo con el que tu fuiste tu. Estoy muy ilusionada y espero que sea la primera de muchas cooperaciones. Un fuerte abrazo!

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